COLABORACIÓN PROF. MARTÍN MIRANDA
“Mogolico no sabes nada”… “Dale
Mogolico” o simplemente “Pareces un mogolico”. Cuántos de nosotros usamos estas
frases alguna vez y realmente no nos damos cuenta cuanto lastimamos, cuanto
dañamos a miles de jóvenes que no les queda más que ese término para definirlo.
Esto es Síndrome de ignorancia, al decir mogolico estamos diciendo:[1]
“Enfermedad congénita que se caracteriza
por el rostro de mongoide (ojos oblicuos) y por un retraso mental”. Las
personas usan este termino con frecuencia, pero lo utilizan mal, lo expresan
para denigrar, discriminar o solo hacer un chiste, y la mayoría no sabe ni
siquiera que significa. El mogolico está relacionado con lo malo, todos decimos
mogolico como si dijéramos una mala palabra y con suma naturalidad…
Los mogolicos y nosotros, las
personas “normales” vivimos en mundos completamente diferentes, pero... ¿Quién
dice que nuestro mundo es mejor, es más conveniente? Yo a veces me pongo a
pensar y digo ¿Quién dijo que ellos son mogolicos, que no sirven, que son más
lentos y que nosotros merecemos llamarlos así? Nosotros... ¿”En verdad somos
normales”? Naturalmente los seres humanos y ya concebido tienen la capacidad de
razonar acerca de lo que es anormal, para estos sería no normal ver un niño con
rostro diferente al de los demás. El cual tenga posea capacidades físicas
inadecuadas provocado por una enfermedad, también lo sería ver un pianista
tocar muy bien el piano sin tener sentido de la visión para lograr reconocer
partituras, para el hombre, es completamente anormal ver un niño reírse y
babear de felicidad, es anormal que niños con distintas enfermedades concurran
al mismo colegio que los llamados “normales”. Para nada resulta normal ver un
niño sin pie o una pierna, sin capacidad de escuchar ni de oír, solo también
por el hecho de tener el color de piel diferente para la humanidad no es ser
normal.
Pero… Si eso es normal, si realizar
acciones meramente del corazón y no con una intención de conveniencia no es
normal ¿Qué lo es? El mundo hoy considera a la normalidad como el acto de ver
guerras continuas, el ver niños tirados en la calle padeciendo hambre, ver que
no exista paz, ver masivamente los medios de comunicación, ver contaminación y
destrucción en el mundo que vivimos, ¿Quiénes de ustedes no dijo que es normal
que exista la inseguridad y los corruptos de siempre? ¿Por qué naturalizar
esto? ¿Por qué tratar de normal el mal en el cual vivimos a diario? ¿Por qué
definimos las cosas malas, las cosas que no son buenas para el hombre como
normal? La escuela no me enseño que hay que tener para ser normal, yo como
escritor, ni vos como lector podemos concebir que es lo normal y que no lo es.
O tal vez sí, tenemos un parámetro de lo que es la normalidad, pero quien dice
que lo normal esto y no lo otro. ¿Mogolicos aquellos con una discapacidad
mental o aquellos que no saben ver lo especial de otras personas y degradan
usando el mal lenguaje? .Desde ya el término está mal empleado, es un problema
que va de raíz, por supuesto que también es un problema de discriminación pero
pasa aún más por un tema de ignorancia, la cual muchos tienen de no saber
manejas el lenguaje, de no ser lo suficientemente cultos para poder romper con
la noción que se tiene de mogolicos, de la palabra mogolico. “Se debe terminar de creer que mogolico y
normal están en veredas opuestas”.
¿Te preguntaste alguna vez lo que
siente una madre de un chico que padece esta enfermedad al escuchar a una
persona discriminarla usando un estas palabras que son socialmente aceptadas?
Hoy en día el ser humano suele cambiar el uso de las palabras, nos referimos a
esto en el hecho por el cual el hombre dice aquello con una funcionalidad
distinta a la cual realmente pertenece aquel símbolo, muchas veces ignoramos el
sentido verdadera y su adecuada ejecución dentro del lenguaje, como
consecuencia llegamos a provocar daños en terceros gracias a nuestra mala
utilización y falta de conocimiento sobre la palabra. Como tarea para la vida,
deberíamos cuidar nuestras palabras y nuestra forma de hablar, nuestro mensaje
a decir. Deberíamos tratar de no solo pensar con la razón y definir las cosas
sin tener en cuenta el relleno de aquello. Para lograr esto habría que utilizar
una pizca de aquello que llamamos corazón para poder pensar uno acerca de lo
que quiere trasmitir, porque quizás a veces como sucede en estos casos el
pensamiento que no pasa por los sentimientos no se da cuenta de lo conflictivo
y lo dañino que puede ser, tenemos que ir más allá de la razón, hay un refrán que es muy claro: [2]“ El corazón tiene razones, que la propia
razón nunca entenderá”, tendríamos que utilizarlo para darnos cuenta que
previamente el mensaje antes de ser largado hacia el mundo tiene que pasar por
diferentes estaciones, la primera estación que es el alma, luego por la razón,
por la conciencia y después transmitirlo en su debido modo. Aquí nos
ahorraríamos el trabajo de hablar solo porque tenemos el poder de hacerlo.
Resulta imposible no saber que [3]“Si las palabras, acarician, abrazan y matan
¿Por qué no se las cuida como el cuerpo mismo desde antes de nacer?”.